Todos los Martes a las 23 por Frecuencia Zero FM 92.5

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9.4.08

Tejerína y Patti: Justicia y lucha de clases



En el día de ayer la justicia argentina termino de darse por muerta o bien mostró la hilacha de nuevo otra vez.
Por un lado la llamada Suprema Corte de Justicia liberó a Luis Abelardo Patti y por el otro ratifico la condena de Romina Tejerina. Así, a vuelo de pájaro, alguien podría decir ¨y bueno a veces es así: alguien es inocente y otro culpable ¨. Pero si rasca un poquito la cáscara se dará cuenta del atropello perpetrado por esta institución supuestamente democrática.
El beneficiado comisario de la dictadura, Luis A. Patti, estaba preso por delitos de lesa humanidad: tortura, asesinato, violación de leyes y derechos varios, irregularidades en procedimientos, fusilamientos, desapariciones, etc. En cambio Romina debe ahora cumplir su pena por matar a su propio bebe recién nacido producto de una violación cuyo perpetrador sigue libre.
No hace falta aclarar más: ambos casos son demasiado conocidos y se puede consultar en cualquier sitio periodístico.
El echo es que el mismo día se resolvieron ambos casos con resultados tan desagradablemente sorpresivos y esclarecedores. Una vez más la el Poder Judicial de la Nación, dio prueba patente de la existencia de una justicia para los poderosos y sus amigos o socios, y otra para el pueblo; una justicia para beneficiar, esconder, proteger a los corsarios de la corona y otra para adoctrinar, castigar, ejemplificar, sojuzgar y violentar al pueblo, al común.
Luis Abelardo le sirvió y le sirve fielmente aún a sus amos de la derecha mas conservadora, retrograda y autoritaria del país, y exactamente por ello hoy esta libre de culpa y cargo y con un sillón en la cámara de diputados. Romina en cambio solo pertenece al pueblo, a la clase humilde de ese pueblo, su piel es oscura, su sexo femenino y su delito, según la ética religiosa de los jueces y sus curas, imperdonable, atroz, inhumano. Pero lo de Patti no: se nota que a los señores jueces no le violaron una hija ni recibieron un picanazo ni les hicieron un submarino seco.